POR:Mike
Como curar bien las heridas
Como curar bien las heridas
Todos los años, los colombófilos nos tenemos que enfrentar a la situación de palomas que se encuentran heridas. Un cable del tendido eléctrico en un día de viento, el zarpazo de un halcón más frecuentemente o un choque contra cualquier rama u objeto que se interponga en el vuelo de las palomas provoca en nuestras queridas mensajeras roturas de huesos, hematomas, cortes y lesiones más o menos importantes, pero que indudablemente resultarán un hándicap a la hora de competir, como le ocurre a cualquier deportista.
De todas formas no es en este tipo de heridas en el que quiero profundizar en este artículo como aficionado que, sin contar con cocimientos profundos de veterinaria, me he tenido que enfrentar a este problema como de seguro les ha pasado a todos ustedes. Las heridas de las que pretendo hablar para intentar que mi experiencia les sirva a los demás son aquellas producidas por un corte, ya sea este el resultado de un cable metálico o del ataque de un ave de presa, si bien debemos de tener en cuenta que las uñas o garras de los azores y halcones cuentan con numerosas bacterias que infectan la herida haciendo que su curación sea más problemática que cuando el corte lo ha producido un cable.
Inmovilización.
Lo primero que debemos tener en cuenta a la hora de ponernos a coser o curar a la paloma es que si le tapamos la cabeza con un paño estará mucho más tranquila al privarla de la visión, consiguiendo así de una manera sencilla que el animal se este quieto para poder manipularlo con mayor comodidad. También es aconsejable inmovilizarle las patas y las alas con una liga elástica que la sujete sin oprimirla ni lastimarla y que no le estropee el plumaje.
El botiquín.
Debemos estar preparados para cuando surja una incidencia de este tipo y por ello es recomendable contar con un pequeño botiquín en el que guardemos al menos lo siguiente:
1) Gasas asépticas para limpiar la herida.
2) Unas pequeñas tijeras.
3) Unas pinzas de depilación.
4) Sutura quirúrgica (sintética reabsorbible), material sanitario imprescindible y que esté formado por una aguja en forma de semicircunferencia a la que se encuentra unido un hilo.
5) Pomada antibiótica con penicilina (Cicatral u otra similar).
6) Bastoncillos.
7) Guantes de látex.
Como Actuar.
Primer paso.- Nos pondremos los guantes y en una posición cómoda (sentados en una mesa) en un lugar muy bien iluminado y con el material "quirúrgico" a nuestro alcance, procederemos a inmovilizar a la paloma.
Segundo Paso.- Una vez inmovilizada la paloma procederemos a examinar detenidamente la herida. Es posible que esta ya se haya producido hace unas cuantas horas e incluso días, por lo que la sangre alrededor de la misma se habrá coagulado y secado. En este caso lo mejor es humedecer la zona con crema hidratante y esperar un buen rato hasta que se ablande, ya que lo primero es siempre limpiar bien la herida, tanto de forma externa como interna para lo que nos ayudaremos de las pinzas para sujetar las plumas, trozos de piel desgarrados, sangre coagulada y cualquier otra suciedad que encontremos e ir cortándola meticulosamente con la tijera, procurando, eso si, conservar la mayor cantidad de piel para posteriormente poder dejar la herida lo mas cerrada posible, ya que no debemos olvidar que la piel es el órgano del cuerpo que nos separa, tanto a nosotros como a la paloma de los microorganismos patógenos exteriores.
Tercer Paso.- Un vez perfectamente limpia la herida, con un bastoncito impregnado en la pomada con el antibiótico untaremos toda la zona expuesta con el objetivo de que no se produzca una infección interna u externa una vez suturada la herida. Es importante que la pomada cubra todos aquellos trozos de piel, músculo, hueso, etc. que hayan podido estar en contacto con las garras del depredador, ya que estas se encuentran normalmente llenas de bacterias y microorganismos patógenos, no debemos olvidar que además de depredadores, estas aves suelen ejercer de carroñeros siempre que tienen ocasión.
Cuarto Paso.- Tras la desinfección, procederemos a cerrar la herida para lo que la sutura quirúrgica nos será muy útil, ya que por su forma nos facilitara enormemente el trabajo.
La mejor forma de coser una herida para que no se abra posteriormente cuando la paloma vuele o ejercite sus alas dentro del palomar consiste en primero hacer un lazo doble pasando dos veces el hilo sin apretar demasiado, realizando una segunda lazada en la que ya apretaremos bien el nudo y cortaremos el hilo sobrante.
Repetiremos la acción más o menos cada 5 milímetros dando a la paloma todos los puntos de sutura que consideremos necesarios para su mejor y más rápida recuperación.
Sexto Paso.- Una vez concluida la cura, es recomendable aislar a la paloma en una "jaula o enfermería" durante un periodo no inferior a 5 días con el objetivo de que esté reposo obligado le ayude a cicatrizar correctamente la herida, suministrándole durante este periodo un tratamiento contra cocidias y tricomonas, ya que estos patógenos suelen ser oportunistas e intentar aprovecharse de la debilidad momentánea de nuestra paloma.
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